“Si quieres
llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo”.
Durante mucho tiempo
hemos estado desarrollando labores económicas y sociales en las que
predominaban las acciones individuales, en las que el éxito se obtenía
atendiendo a la rapidez en la realización de la tarea. Actualmente, las nuevas
tareas, oficios o labores económicas y sociales se desarrollan principalmente
en base a grades dosis de trabajo en equipo. Tareas en equipo donde son necesarias
una serie de habilidades y valores sociales y democráticos inherentes a la
propia actividad y esenciales para el logro de unos resultados óptimos de
calidad.
Nacemos egocéntricos, individualistas y nos cuesta
muchísimo compartir y ayudar, pero poco a poco mientras crecemos esas actitudes
van cambiando: pasamos de jugar solos a jugar con más niños y niñas, dejamos
nuestros juguetes y nos acercamos si vemos a alguien llorar, la mayoría de
trabajos requieren de la interacción con otros… en definitiva, nos
socializamos.
Es por ello que el trabajo que el propio alumnado
desarrolla en el aula debe integrar no sólo el trabajo individual, sino debemos
ir agregando e introduciendo paulatinamente el trabajo en equipo y cooperativo.
Ambas formas de trabajo en el aula son indispensables en esta sociedad.
En la gestión de un aula desde un punto de vista
inclusivo (escuela para todos) y democrático (el alumno importa, tiene opinión
y decisión), el fomentar estrategias de trabajo en EQUIPO proporciona no sólo
un nuevo aporte dinámico en el trabajo, sino que además se convierte en un
elemento de calidad educativa, puesto que no sólo favorece los principios de
igualdad de oportunidades y equidad, aspectos fundamentales en la atención a la
diversidad del alumnado, sino que a su vez desarrolla fines y metas educativas
recogida en la propia Ley de Educación, así como la adquisición de actitudes
sociales como la empatía, la responsabilidad, el gusto por un trabajo bien
realizado, etc.
¿Por
qué? Para ello me baso en los principios recogidos por
Jose Blas García
- Los equipos de trabajo tienen una estructura que favorece la inclusión (participación y promoción) de todos en la misma tarea.
- Los EQUIPOS ESTABLES favorecen las situaciones de comunicación horizontal, de estrecha relación con aprendizajes vivenciados, tanto dentro y fuera del aula.
- Ofrecen más oportunidad para practicar para todos los alumnos, desde paradigmas de aprender haciendo.
- Cuando el trabajo se organiza en equipos donde se producen interacciones máximas, los aprendizaje se aceleran y ganan en efectividad.
- Los equipos constituidos en base a criterios cooperativos ayudan a descentralizar la función clásica de profesor de transmisor de conocimientos.
- Los agrupamientos en pequeños equipos de trabajo permiten crear situaciones espontáneas e intensas de interacción comunicativa para aprender.
- Ayuda al desarrollo de competencias relacionadas con el aprendizaje y la comunicación con tecnología.
- Los equipos pequeños ayudan al alumnado a que desarrolle su autonomía personal y hacen que valore más su participación.
- En los equipos las opiniones y conocimientos sí cuentan... y con ello, se gana en rendimiento, y se consigue mayor motivación del alumno desde un silogismo sencillo: éxito llama a éxito.
- Es más inclusiva porque atiende de forman natural los distintos ritmos de los alumnos así como al particular proceso individual, gracias a las múltiples interacciones que se producen en su seno.
- En un equipo de trabajo pequeño, el alumnado se hace más creativo y siente menos inhibición o miedo al tratar con iguales.
¿Para qué?
- Especialmente indicado para la implementación de actividades que tengan como objetivo el desarrollo de habilidades cognitivas de alto valor (analizar, aplicar, evaluar o crear).
- La corrección, las dudas y la búsqueda de soluciones se hace de un modo conjunto, con planteamiento abierto y participado. El error proporciona situaciones de aprendizaje colectivo.
- Favorece la utilización de metodologías activas que desarrollen investigaciones, aprendizaje por descubrimiento o desarrollo de proyectos.
- En ocasiones, está indicada para la mejora de capacidades de escucha y atención de alguno de sus miembros, así como las funciones ejecutivas de memoria de trabajo, de habilidades de planificación, flexibilidad de pensamiento, motorización e inhibición de conductas con ayuda del grupo y siempre que se planifique como objetivo de equipo.
- En actividades de heteroevaluación y coevaluación de equipo.
Antes de nada mencionar que siempre digo “trabajo en
equipo” y no “trabajo en grupo” ya que considero que son diferentes. No es lo
mismo un grupo de personas, que un equipo y por supuesto, el trabajo en equipo
no es simplemente la suma de aportaciones.
Un grupo de personas trabajando juntas en la misma
materia, pero sin ninguna coordinación entre ellos, en la que cada uno realiza
su trabajo de forma individual y sin que le afecte el trabajo del resto de
compañeros, no forma un equipo. Por ejemplo, un grupo de dependientes de un
gran almacén, cada uno responsable de su sector, no forman un equipo de
trabajo. Un equipo médico en una sala de operaciones (cirujano, anestesista,
especialista cardiovascular, enfermeras, etc.) sí forman un equipo de trabajo.
En mi aula, son varios los años que llevo
implementando este tipo de metodología activa. Metodología que no tendría
sentido si no estuvieran guiadas por una serie de actividades planificadas en
las que utilizamos las estrategias de trabajo cooperativo. Estrategias que
necesitan de una organización interna del grupo, con unos roles específicos de
cada miembro del equipo y en el que tienen asignadas varias funciones o roles
de trabajo dentro de su grupo base.
Desde que he introducido el Trabajo en Equipo
Cooperativo, he podido constatar como una gran parte del alumnado, en la
mayoría de las ocasiones, pone lo mejor de sí mismo por el bien del equipo,
además es capaz de resolver conflictos de manera autónoma y satisfactoria. Por
último, al introducir mecánicas de autoevaluación y coevaluación entre el
propio alumnado, son capaces de reflexionar sobre su propia actividad y
corregir dificultades que puedan darse en la praxis de la propia tarea o de
tareas posteriores.
Todos estos logros no son inmediatos ya que
normalmente tengo asignado a los cursos superiores de Primaria y vienen, no
sólo con un paradigma de trabajo individualista muy marcado, sino también con
unos errores conceptuales en cuánto qué es y cómo se trabaja y evalúa un
trabajo en GRUPO.
Además las familias de los alumnos también recogen con recelo
y muchas dudas e inquietudes cualquier cambio metodológico e innovador que
pueda realizarse con sus hijos. Por todo ello, además de otras consideraciones,
existen una resistencia inicial de ambos actores que debe ser trabajada
paulatina y constantemente por el docente. Mi máxima siempre en este campo es “para
trabajar en equipo hay que aprender a trabajar en equipo y este aprendizaje es
un proceso que requiere un tiempo.
Fórmulas
de evaluación.
Las fórmulas son muchas y diferentes entre ellas. Es
evidente que la observación directa y totalmente sistemática de lo acaecido en
el aula debe ser un punto de partida, pero no es el más relevante. Las
evaluaciones de las interacciones y procesos de trabajo serán evaluadas a través
del trabajo de cuestionarios de autoevaluación y coevaluación de sus propios
compañeros.
Así mismo, cuando estemos trabajado sobre un
producto final, como puede ser durante la realización de un proyecto de aula o
tarea integrada, dicho producto conllevará la asignación de una nota numérica
en la que se atenderá no sólo al resultado final del producto, sino además de
una nota de los cuestionarios de autoevaluación y coevaluación realizados, el
análisis del portafolios del alumno (donde se recogerán las evidencias del
trbajo personal) y otra de la observación del propio maestro.
Además podremos trabajar contenidos específicos curriculares
aplicando diferentes estrategias cooperativas de aprendizaje. Dichos contenidos
podrán ser evaluados mediante estructuras de evaluación cooperativas. A modo de
ejemplo expongo 2 de ellas:
- Los alumnos del equipo estudian y hacen las
actividades juntos y se aseguran que cada miembro domine los contenidos. Se
hace una prueba individual y en función de la puntuación obtenida en relación a
unos criterios, la puntuación individual se ve incrementada con una bonificación
común si el equipo ha logrado una meta pactada. Media superior a 7 = 1 punto de
bonificación.
- Los miembros del equipo estudian y realizan las actividades juntos y se aseguran que todos dominen. El maestro selecciona al azar uno o dos exámenes individuales y la calificación individual o la media de las pruebas de los dos seleccionados se aplica a todos.
- Los miembros del equipo estudian y realizan las actividades juntos y se aseguran que todos dominen. El maestro selecciona al azar uno o dos exámenes individuales y la calificación individual o la media de las pruebas de los dos seleccionados se aplica a todos.
“Ir
juntos es comenzar. Mantenerse juntos es progresar. Trabajar juntos es
triunfar” – Henry Ford.
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